Consejos para mochileros: ahorrar dinero en la comida

Si tu idea es viajar barato, deberías comenzar a pensar en diferentes maneras de ahorrar. Una de ellas es ajustando los hábitos de comida. Eso no necesariamente significa comer menos o mal, sino simplemente prestar atención a los precios, no desperdiciar y compartir cuando sea posible.

Ahorrar en la comida es posible y esos pequeños céntimos ahorrados pueden significar una noche más hacia el fin del viaje. No te pierdas nuestros consejos, que seguramente te serán de mucha utilidad, sobre todo si es la primera vez que planeas viajar de mochilero.

En otro post ya te hemos comentado los 7 consejos imprescindibles para el mochilero, hoy vamos a compartir contigo algunas ideas para gastar lo mínimo e indispensable en la comida sin dejar de alimentarse bien.

A la hora de elegir un albergue es siempre recomendable inclinar la balanza hacia aquellos que cuentan con cocina y permiten su uso a los huéspedes. ¿Por qué? Muy simple: tener una cocina te permitirá cocinar tu propia comida y, como bien sabrás, comprar en el supermercado es mucho más económico que comer en un restaurant o fast food. Además, de esta manera tendrás la oportunidad de compartir gastos con otras personas. Aunque viajes solo, puedes intentar organizar con tus compañeros de dormitorio o cualquier turista con quien hayas compartido una conversación para ir de compras y preparar la comida juntos. ¿Qué ganas con esto? Si debes comprar aceite por ejemplo, dividirás el costo entre quienes lo consuman; además, de esa manera no desperdiciarás aquellos productos difíciles de transportar de una ciudad a otra.

Ten en cuenta también que en algunos hostels puedes encontrar alimentos no perecederos que han dejado anteriores huéspedes y que puedes utilizar sin costo alguno.

Si decides cocinar tu propia comida, no desperdicies. Todo puede convertirse en otra sustanciosa comida, así que averigua si puedes usar la nevera y guarda todo lo que no hayas consumido. Ya sabes la premisa del mochilero: «nada se tira, todo se transforma».

Cuando debas comer en la calle, observa a tu alrededor antes de entrar en un lugar. La gente de la ciudad generalmente come en lugares accesibles, así que síguelos, investiga un poco… Una opción que muchas veces resulta útil es comer en las estaciones de trenes y autobuses, porque allí suele haber una gran oferta de comida rápida y con precios para todos los gustos o buscar restaurantes auto servicio, que suelen ser más baratos y donde no es necesario dejar propina. Incluso, en algunas ciudades, es posible obtener descuentos en los patios de comida cerca del horario de cierre. ¡Estáte atento a estas posibilidades!

Otra recomendación es hacer del almuerzo la comida fuerte del día. Generalmente, al mediodía los restaurantes ofrecen menúes a muy buen precio, mucho mejor que por la noche. Así que ¡aprovecha! Y por supuesto, si tu hostel tiene incluido el desayuno, despiértate temprano y come todo lo que puedas. Piensa que ese esfuerzo puede ahorrarte dinero que te servirá para seguir tu viaje.

Si viajas en verano, será esencial que lleves siempre contigo una botella de agua. Recuerda que en muchas ciudades puede resultar más caro comprar bebidas y comida cerca de sus grandes monumentos. Si debes comprar agua, entra en un supermercado o mejor aún, no te olvides de recargar la botella con agua del grifo (si estás en una ciudad con agua potable, claro) antes de salir del albergue. Si disminuyes el consumo de alcohol y de refrescos (un poco, tampoco es necesario abstenerse totalmente), seguramente ahorres bastante dinero.

Estos son tan sólo algunos consejos para ahorrar dinero en la comida. Planifica tu viaje con tiempo y no dejes de consultar nuestra oferta de albergues juveniles en busca de los mejores precios.

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