¿Hace años que sueñas con viajar alrededor del mundo pero no tienes tiempo para hacerlo? Una buena opción es tomarse un año libre después del instituto y antes de la universidad para explorar el mundo y descubrir nuevas culturas.
Quizás tus padres pongan el grito en el cielo en un primer momento, o incluso tú mismo no estés demasiado seguro de si vale la pena hacerlo. En este post, te damos 4 razones para disfrutar de un año sabático sin culpas. ¡No te lo pierdas!
Cada año, más y más jóvenes deciden posponer temporalmente el inicio de sus estudios universitarios para sumergirse en una aventura: viajar de mochileros. Probablemente, tú seas uno de esos jóvenes que desea salir a conocer mundo… Los motivos para viajar son múltiples y diferentes, varían de una persona a otra pero básicamente todos deseamos lo mismo: empaparnos de otras culturas y pasarla bien.
Un año libre no es tiempo perdido, ¡para nada! Eso es lo primero que tienes que asimilar. Muy por el contrario puede tener un gran efecto en ti mismo a nivel personal y profesional. Veamos entonces juntos las 4 principales ventajas de un año sabático.
Aprender nuevas habilidades
A la hora de planificar tu viaje como mochilero puedes escoger muchas opciones: simplemente coger tu mochila y deambular por el mundo hacia donde te lleve el viento o aprovechar el tiempo para pulir algunas de tus habilidades o aprender nuevas.
Un año en el extranjero puede ser una excelente oportunidad para aprender un nuevo idioma. ¡Imagínate viviendo en Nueva Zelanda y estudiando inglés! Si tienes conocimientos básicos, ni siquiera es necesario que te apuntes a un curso, simplemente con la vida cotidiana absorberás vocabulario y construcciones idiomáticas que te serán muy útiles al volver a casa. ¡Ten en cuenta que la mayoría de los empleos solicita saber al menos un idioma extranjero!
Pero las opciones son aún más extensas… Si te gusta la fotografía, viajar puede ser el disparador de tu creatividad y podrás volver a casa con un interesante portfolio de imágenes. Aún si decides simplemente viajar, sin cursos ni compromisos, tus habilidades financieras mejorarán (¿has probado vivir por ti solo y manejar tu dinero sin ayuda durante 12 meses?) a la vez que tu capacidad de improvisar y solucionar problemas sobre la marcha.
Mejorar tu currículo
Aunque no lo creas, un viaje puede abrirte puertas laborales. En el mundo globalizado en el que vivimos, se valora la capacidad de adaptación a los cambios de los individuos que aspiran a un puesto. Si fuiste capaz de insertarte en diferentes culturas y sobrellevar los conflictos que en otros países se te hayan presentado, seguramente serás un prospecto más que interesante para muchas empresas.
Crecimiento personal
Un viaje sabático puede ser el puntapié inicial del autodescubrimiento personal. Suena a cliché pero es real… Viajar abre la mente. Uno descubre nuevas culturas, otras formas de vivir y de pensar y eso ayuda a madurar. Conocer gente con otras ideas y otros valores puede ser una interesante manera de dejar de lado nuestros prejuicios y convertirnos en personas más tolerantes y adaptables al entorno. ¿Te parece poco beneficio?
Ver el mundo
Y sí, llegamos a la razón que seguramente te llevó a comenzar la lectura de este post. Más allá de todo, viajar te hará ver mundo. Podrás elegir tus destinos, zambullirte en otras culturas y crear recuerdos maravillosos que te acompañarán por el resto de tu vida. ¡Disfrutarás contando tus historias y mostrando tus fotografías!
Sin duda, un año sabático tiene muchas ventajas. Si piensas llevarlo a cabo, no te olvides de tener en cuenta nuestros 7 consejos imprescindibles para mochileros y de contratar un buen seguro de viaje.
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